El móvil de la querella

La. querella criminal presentada por el editor Francisco Gracia se basa en el relato escrito por Carlos Barral, senador por el PSCPSOE, en uno de los capítulos de su novela Penúltimos castigos, que publicó la revista líteraria Los Cuadernos del Norte, de Asturias, en 1981. En aquellas fechas, Carlos Barral, editor y escritor catalán, no era todavía senador; un dato que también ha sido utilizado para defender en el Pleno del Senado de ayer la postura contraria a la concesión del suplicatorio. Según Carlos Barral, en dicho capítulo sólo se hace un "retrato cruel y despiadado de Francisco Gracia, un hombre con el que tuve relaciones comerciales. Después, durante un tiempo, Gracia y yo nos vimos obligados a ser amigos".En el capítulo conflictivo se dice, entre otras cosas, lo siguiente: "Tola odiaba a Gracia, a la hiena, con un odio Heno de énfasis y de decorativos desprecios. Gracia era un, ejemplo ideal del mediano, del mediocre agresivo en posición de poder, najuralmente delegado y subrayado en su indignidad por el hecho de que era filósofo frustrado. Era el baboso ejecutor de la mediocridad de los gestores del dinero, mediocres inconscientes, en tanto que él era mediocre convicto, obligado a odiar y a reprhnir todo bríllo y toda eniiinencia. Para Tola, odiar a Gracia era un sagrado deber moral y una muestra de fidelidad a Barral, víctima del poder estúpido y vengativo que ejercía la hiena contra todo y contra él...".