Este ha sido el verano mas lluvioso desde 1932 en el Principado

Los meses de julio y agosto de este año han sido los más lluviosos en Asturias desde 1932 y los segundos peores de todo el siglo, según datos del observatorio de Oviedo. En ambos meses se registraron 241 litros por metro cuadrado de precipitaciones, de las cuales 100 correspondieron a julio y 141 a agosto. Las horas de sol han estado, también, muy por debajo de la media de los últimos diez años, que estaba situada en 339. La región asturiana en estos dos últimos meses sólo disfrutó de 213 horas de sol.El mal tiempo, con abundante lluvias y temporales, pese a que se mantuvo una buena temperatura, ha sido la tónica dominante de este verano en Asturias, el más deficitario en cuanto al turismo de los últimos años. También, la agricultura y ganadería, esta última inmovilizada desde hace tres semanas por la aparición de fiebre aftosa o glosopeda, han sufrido pérdidas cuantiosas, según la Consejería de Agricultura del Principado de Asturias.

Los daños en el turismo han sido importantes, aunque difíciles de evaluar, según aseguraron fuentes de la Asociación de Hosteleros. Nunca las playas asturianos han estado tan vacías como este año, ni los campings y hoteles, que han visto marchar sucesivamente

La agricultura asturiana ha sufrido también en ambos meses, principalmente en la parte oriental de la región. A las tormentas de granizo registradas en la tercera semana del mes de julio, que provocaron grandes daños en maizales y huertas, se han unido las tormentas e inundaciones habidas en el mes de agosto, que han arrasado concejos muy concurridos por turistas y de gran vocación agrícola y ganadera, como Llanes y Cangas de Onís. Estas inundaciones han supuesto pérdidas superiores a los 1.500 millones de pesetas.

Las lluvias de este verano contrastan con el tiempo seco registrado en esta región durante las épocas estivales de pasados años, que hizo pasar por momentos de angustia a ayuntamientos como el de Oviedo, en relación al suministro de agua potable. Hasta hace dos años la capital sufrió fuertes restricciones de agua desde junio hasta octubre, al quedar secos los principales puntos de abastecimiento.