Cataluña vivió una diada más festiva que reivindicativa

La Diada, Fiesta Nacional de Cataluña, se celebró ayer en un ambiente más festivo que reivindicativo, sin actos unitarios significativos. La jornada fue calificada como "de transición" por el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol. El alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, manifestó que confiaba en que se abriera una etapa en la que no fueran necesarias "actitudes reivindicativas". La Generalitat y el ayuntamiento, fieles a esta nueva concepción de la jornada, convocaron a los ciudadanos a una fiesta con mucha música y sin un solo parlamento político.La celebración de la Diada se vivió en un ambiente de normalidad, sólo roto por la quema de cinco banderas españolas en Barcelona-ciudad y otra en Figueres (Gerona). La participación popular fue sensiblemente inferior a otros años, siendo particularmente baja en Gerona, Tarragona y Lérida, donde en ningún caso se llegaron a concentrar 500 personas.

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