Pujol llama a la unidad interna ante las proximas elecciones autonómicas catalanas

El presidente de la Generalitat y secretario general de Convergéncia Democrática de Catalunya (CDC), Jordi Pujol, hizo ayer un llamamiento a sus militantes para que cierren filas y eviten desuniones ante la campaña electoral autonómica que se avecina. Pujol, hablando ante el Consell Nacional de CDC, reunido en un hotel de Bellaterra, cerca de Barcelona, advirtió a los cuadros de su partido sobre la necesidad de cerrar las heridas internas, puesto que la campaña electoral al Parlament será muy dura.Según fuentes de este partido, Pujol se refería a las rencillas que aún subsisten como consecuencia de las últimas elecciones municipales. En algunas poblaciones, por ejemplo, los convergentes se presentaron en más de una candidatura: la oficial y como independientes. Esta situación perjudica el relanzamiento del partido a la que se ha dedicado Miquel Roca desde que el pasado mes de junio asumió, por delegación de Pujol, los poderes en la secretaría general.

El conseller de Gobernación de la Generalitat y miembro de la dirección de CDC, Maciá Alavedra, confirmó, por otra parte, que el próximo jueves se celebrará su entrevista con el ministro de Administración Territorial, Tomás de la Quadra, para preparar el temario y fijar la fecha de la anunciada entrevista entre Pujol y el presidente del Gobierno, Felipe González, para analizar las consecuencias que sobre la política autonómica de la sentencia sobre la LOAPA.

Estas negociaciones fueron abordadas también en la reunión del Consell Nacional de CDC. De acuerdo con la exposición que efectuó Alavedra, la Generalitat reclama un cambio profundo en la política autonómica del Gobierno, que obligaría a revisar, entre otros, los proyectos de ley de los terceros canales autonómicos, de la Ley Orgánica del Derecho a la Educación (LODE) y de bases de Régimen Local. En una nota distribuida ayer se afirma que la dirección de Convergéncia examinó "con preocupación" la situación económica del país y mostró "su inquietud ante el progresivo alejamiento de la política exterior española de las coordenadas europeas". Los convergentes, en concreto, critican lo que ellos consideran excesiva preocupación de la Administración socialista hacia los problemas de Centroamérica, porque desatiende el frente europeo.