El primer ministro libanés se encierra en su casa para protestar por la visita de Arens

El primer ministro libanés, Chafic Wazan, anuló ayer todas las actividades previstas en su agenda -hasta el Consejo de Ministros hubo de ser suspendido, e incluso se habló de que había acariciado la idea de dimitir- y permaneció sin salir de su casa para protestar contra la visita que el martes realizó a Líbano el ministro israelí de Defensa, Moisés Arens. Para los observadores, esta visita del ministro israelí no ha hecho más que echar leña al fuego de los conflictos internos libaneses.

Con su huelga Wazan quiso protestar, según personas allegadas al primer ministro, contra las entrevistas mantenidas por Arens con los principales dirigentes del Frente Libanés (coalición de partidos cristianos conservadores), Pierre Gemayel, Camille Chamoun y Fadi Frem.

Los ministros libaneses se reunieron ayer con el presidente Amin Gemayel en el palacio presidencial de Baabda y más tarde acudieron a la residencia de Wazan, sin que se haya filtrado ninguna información sobre lo discutido en tales reuniones.

Un gallo en Beirut

La visita de Arens, calificada de intempestiva por los analistas, a pesar de sus manifestaciones -habló de que Israel no pretende dividir Líbano, de que el repliegue de sus soldados sólo es una etapa de la retirada total de Líbano, de que desea que el Gobierno libanés restablezca su autoridad sobre la totalidad del país, etcétera-, ha minado la autoridad del Estado libanés cuyo reforzamiento dice ambicionar. Arens se ha paseado por Beirut en plan gallito, según los observadores.Las anteriores palabras de Arens fueron pronunciadas en Baabda, en la representación israelí, a unos pocos centenares de metros de la presidencia de la República, cuando podía haberlas realizado en cualquier otro lugar de los ocupados por el Ejército israelí. Inmediatamente después, y acompañado por el comandante de las Fuerzas Libanesas, Fadi Frem, se dirigió al cuartel general de éstas, en pleno centro de Beirut, lugar al que teóricamente y desde la retirada de la capital los israelíes no tienen acceso.