Barrera y el independentismo

El artículo segundo de la Constitución establece "la indisoluble unidad de la nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas". Conforme a la letra y al espíritu de este precepto, yo entiendo, contrariamente a lo que proclamó Heribert Barrera en Berga, que reclamar el derecho a la independencia de Cataluña es un acto manifiestamente ilegal e inconstitucional, y por ende un acto punible y condenable por los tribunales de justicia. Barrera ignora que, toda cuestión regulada específicamente por una norma de derecho no es ni puede ser materia opinable. Las ideas políticas, lo literario, lo artístico, lo deportivo, etcétera, es opinable, pero la materia jurídico-legal no es opinable, porque eso es lo que confiere estabilidad pública y privada a una sociedad humana, es decir, la convierte en Estado de derecho. Esas declaraciones son un agravio inmerecido a Cataluña y a España, y mucho más teniendo el cargo que ostenta, representativo del Parlament de Catalunya, es decir, del pueblo catalán, un cargo cómodo y bien remunerado que ha obtenido gracias a esa Constitución que no le avergüenza pisotear./