El futuro del centrismo, incógnita de las elecciones británicas

La gran incógnita de las elecciones que se celebran en el Reino Unido el próximo día 9 es el resultado que alcanzará la Alianza Liberal Socialdemócrata, liderada conjuntamente por David Steel y Roy Jenkins. El Partido Socialdemócrata (SDP) fue qreado en 1981 por lo que es la primera vez que concurre a unas elecciones generales. Los liberales, en solitario, obtuvieron en 1979 11 escaños, pese a reunir más del 14% de los votos. El día 9 será la gran prueba de fuego para saber si la alianza es capaz de romper el sistema bipartidista e instalarse con fuerza en el panorama político de este país.En el mejor de los casos, la alianza arrebataría la segunda plaza a los laborittas y, tal vez, forzaría una coalición con los conservadores, pero para ello tendría que alcanzar más de un 36% de los votos. La posibilidad, sobre el papel, existe, pero es muy remota. Según las últimas encuestas, un buen resultado para liberales y SDP sería entre un 25% y un 30% de los votos, que le daría entre 30 y 40 diputados de un total de 650.

El interés se centra fundamentalmente, en los candidatos socialdemócratas. El SDP nació como un auténtico fenómeno político, hasta el puntó de que figuró en algunas encuestas como posible vencedor de unas elecciones generales. Las Malvinas destrozaron sus expectativas.

El problema con el que se encuentra ahora Roy Jenkins es, que el SDP puede terminar disputando solo el voto de los laboristas, con lo que los conservadores podrían perpetuarse en el poder por muchos años. Jenkins y sus colegas, Shirley Williams, David Owen y William Rogers la banda de los cuatro que fundó el partido-, han acentuado en la última semana sus ataques contra los conservadores, pero no se sabe sí su lenta ascensión se debe a éstos o a los laboristas.

La Alianza Liberal-Socialdemócrata presenta su programa, moderado y de compromiso, sobre dos pilares: el atractivo personal del liberal David Steel y la experiencia del socialdemócrata Roy Jenkin. Algunas escaramuzas internas sobre quién debía ser él candidato a primer ministro se saldaron a favor de Jenkins.

La alianza defiende la permanencia en la CEE, la instalación de los euromísiles en suelo británico y un programa de inversión estatal que reduzca el desempleo, sin desatar la inflación.