Filósofos e historiadores analizan la influencia del marxismo

Filósofos, investigadores, economistas, sociólogos, antropólogos e historiadores han analizado durante cuatro días el pensamiento y la obra de Carlos Marx y la evolución, situación actual e influencia del marxismo, en el curso de unas jornadas conmemorativas del centenario de la muerte del autor de El capital, celebradas en Valladolid y organizadas por la universidad vallisoletana, el Instituto Superior de Filosofía y la Fundación Friedrich Ebert, entidad que custodia la casa de Carlos Marx en Trévens.El certamen, calificado por los organizadores como "reflexión pública y abierta sobre la presencia de Marx en los diversos ámbitos del pensamiento actual", ha englobado cinco conferencias y nueve seminarios, dedicados a historia, derecho, economía, antropología, sociología, ética, epistemología, ontología y estética.

No convertir a Marx en un cadáver teórico, como señaló en la jornada inaugural Justino Duque, rector de la universidad vallisoletana, y acabar con el cierto tufillo del velatorio que parece desprenderse de las celebraciones del centenario, como indicó Alfonso Barcelé en su intervención, fueron dos de las ideas centrales de las jornadas. En este sentido, y sin huir nunca de la crítica ni cerrar el paso a revisiones o superaciones, se abogó por la recuperación o valoración en su justa medida de aspectos del pensamiento de Marx que parecían haber perdido vigencia.

Felipe Martínez Marzoa defendió El capital como discurso ontológico.

José María Ripalda, por su parte, señaló como uno de los hallazgos de Marx "la alianza entre la humanidad pensante, los intelectuales y la humanidad doliente, los proletarios", y resaltó el gran descubrimiento que supone el mundo del trabajo, "hasta entonces proscrito de la teoría".

Carlos Gurméndez, crítico de EL PAIS, abrió las jornadas con una conferencia sobre Marx y la antropología moderna, en la que aseguró que Marx "supera el tradicional dualismo idealista que ha dominado toda la filosofía occidental -sensibilidad pasiva y racionalidad activa-, con lo que se restablece la unidad del hombre, su monismo esencial".

Para Carlos Gurméndez, el objetivo final continúa siendo el desarrollo de todas las riquezas del hombre". "Cómo será este hombre futuro no lo sabemos", continuó, "ni tampoco podemos anticipamos a configurar nuevas antropologías sobre el ser hipotético de una nueva realidad, pero ya podemos afirmar que el hombre será. Y quizá todos podremos exclamar algún día: 'Yo soy el que quiero ser'".

Ese sentimiento de recuperar aspectos del pensamiento de Marx, que fue una de las constantes de las jornadas, quedó claro en la intervención de Francisco Fernández Buey, profesor de Metodología de las Ciencias Sociales en la universidad de Valladolid, quien Regó a decir que "una de las principales razones por las que el programa revolucionario de Marx fracasó en este marco geográfico es que en la historia de Europa la mayoría de los trabajadores han antepuesto el nacionalismo y el particularismo al planteamiento emancípador internacionalista".