Declaración de buenas intenciones tras la 'cumbre' ministerial hispano-francesa de París

La cumbre ministerial hispano-francesa concluyó ayer en París con una declaración de buenas intenciones y sin ningún resultado concreto que no sea el compromiso de mantener reuniones periódicas entre los ministros de Justicia, Exteriores, Economía e Interior de ambos países. Los jefes de la diplomacia española y francesa, Fernando Morán y Claude Cheysson, comparecieron en una conferencia de prensa conjunta, celebrada a primera hora de la tarde en París, tras finalizar las reuniones de trabajo iniciadas por los componentes de ambas delegaciones en la noche del lunes y continuadas en la mañana de ayer. Fernando Morán afirmó que había llegado el momento de "recrear entre Francia y España la atmósfera de los pactos de familia", aludiendo a la alianza histórica entre las dos ramas de la Casa de Borbón reinantes en ambos países, alianza que hoy se presenta como "entendimiento de pueblos o de partidos socialistas".Morán y Cheysson coincidieron en que los problemas inmediatos no han cambiado, pero mostraron su total convicción en que se han establecido las bases para hallar las soluciones. "No nos hemos querido obsesionar con los temas del Mercado Común y ETA", afirmaron, y subrayaron que ambos países tienen un proyecto internacional común.

Respecto a la adhesión española a la CEE, Morán recordó que España desea una solución "pronta y aceptable", pero sin obsesiones por un calendario y Cheysson aseguró que el presidente de la República Francesa, François Mitterrand, coincidía en ese deseo. Sobre ETA, Morán afirmó que siendo un tema esencialmente español, la democracia francesa estaba obligada a ayudar a la hispana para cortar las ayudas exteriores. La delegación española compuesta por los ministros Fernando Morán y Miguel Boyer y los secretarios de Estado para las Comunidades y de Comercio, Manuel Marín y Luis Velasco, regresó anoche a Madrid.

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