Antxón Areizaga, nuevo director de la RTV Vasca

Antxón Areizaga, ejecutivo de una empresa de material eléctrico, sustituirá a Josu Zubiaur como director general del Ente Público Radio Televisión Vasca, tras la dimisión presentada por este último y aceptada el pasado lunes por el titular de la cartera de Cultura del gobierno autónomo, Ramón Labayen.

Para ser oficial, el nombramiento deberá ser ratificado el próximo día seis por el consejo de administración de RTVV, cuyos miembros se enteraron por la prensa del nombramiento de Areizaga, circunstancia que ha provocado la convocatoria por parte del presidente del consejo de administración, Raúl Guerra Garrido, de un pleno extraordinario, a celebrar media hora antes del pleno ordinario.

Josu Zubiaur, considerado más un ejecutivo empresarial que un especialista en temas de comunicación, advirtió ya hace meses su intención de dimitir en cuanto estuviera ultimado el aspecto de infraestructura y organización de la futura televisión vasca. Lo cierto es, sin embargo, que la dimisión se ha producido cuando dista de estar resuelto ese aspecto técnico, lo que ha dado pie a diversas especulaciones sobre eventuales discrepancias entre el director general y el consejero de Cultura.

Discrepancias

Tales discrepancias estarían relacionadas con el proyecto, apadrinado por Labayen, de construir en San Sebastián un centro de producción de programas separado de los estudios centrales, ubicados en Durango (Vizcaya).Zubiaur se opondría a ese proyecto, que podría encarecer en no menos de 400 millones de pesetas el presupuesto destinado a infraestructura. A su vez, la postura del donostiarra Labayen, que de siempre ha defendido la tesis de una concentración en San Sebastián de las instituciones y servicios relacionados con la cultura, estaría motivada por la rivalidad, entre las capitales vascas surgida a raíz de la designación de Vitoria como sede de la comunidad autónoma. Para acallar los recelos surgidos, el gobierno de Garaikoetxea prometió descentralizar ciertos servicios, lo que en la práctica ha resultado en más de una ocasión escasamente funcional.