Creciente deterioro de las relaciones entre Egipto e Israel

Seis meses después de la retirada israelí del Sinaí, el asunto de Taba, un minúsculo enclave situado cerca de Eilat que reclaman Egipto e Israel, ha vuelto a tomar cuerpo y a envenenar un poco más las relaciones entre los dos países.

De acuerdo con los términos del acuerdo interino del pasado 26 de abril, las dos partes habían convenido en arreglar amigablemente este litigio. Los israelíes debían retirarse tras las líneas fronterizas fijadas en 1906, que separaban Palestina del imperio otomano, mientras una fuerza multinacional ocupaba el enclave, de un kilómetro cuadrado de superficie.

Sin embargo, ambas partes interpretan de diferente forma el acuerdo. Mientras que para El Cairo toda actividad debe ser congelada hasta que se alcance un acuerdo definitivo, para Tel Aviv se mantiene la actual situación y procede a concluir la construcción de un hotel, cuya estructura está ya acabada. Egipto pidió oficialmente el domingo que no proceda a abrir el hotel, llamado Sonesta.

Para Egipto, el tema de Taba se ha convertido en un ejemplo de la actitud israelí, que califican de "provocadora hacia sus vecinos".

El deseo manifestado por el Gobierno israelí de unir la cuestión de Taba a un examen global de las relaciones egipcio-israelíes irrita en El Cairo, que no ve ninguna relación entre la retirada de su embajador en Tel Aviv y el compromiso adoptado por ambos países en el pasado mes de abril de solucionar por la vía del diálogo el problema.