¡Dejadnos!

Estas reflexiones van dirigidas a vosotros, los golpistas. A todos aquellos que conocemos y a los que se ocultan en la más cobarde de las sombras: no deben de ser muy nobles las intenciones de algunos hombres cuando, para llevarlas a la práctica, deben ser proyectadas en la trama ruin y oscurantista y realizadas por la fuerza de las armas. Van dirigidas a. vosotros, hombres terribles, que queréis suprimirnos, quitarnos, robarnos las libertades, la democracia, la Constitución, la vida. A vosotros, que queréis salvarnos, que queréis imponernos vuestra idea de sociedad, vuestra concepción de lo que es la justicia, la moral y la ética. A vosotros, que queréis privarnos de la ilusión de cambio, de la posibilidad de sentirnos hombres libres, útiles, partícipes y elementos dinámicos de la vida privada, pública y política; que queréis quitarnos hasta el derecho de voto. A vosotros os digo: vuestra libertad es mi esclavitud, vuestra moral es mi represión, vuestra ética es la corrupción y vuestra justicia es mi muerte. /