Los relojes se atrasan 60 minutos para volver al horario de invierno

A las dos de la madrugada de hoy ha quedado modificada la hora legal, para adecuarla al periodo de otoño e invierno, por lo que los relojes deben atrasarse sesenta minutos. El domingo, por tanto, contará oficialmente con veinticinco horas. Este cambio, que afecta a más de doscientos millones de personas, se efectúa en casi todos los países de Europa para conseguir un aprovechamiento más adecuado de la luz natural y los consiguientes ahorros de energía.La regulación del horario legal para 1982, aprobado en España por el Consejo de Ministros el 26 de febrero pasado, ha consistido en el adelanto de los relojes una hora, el día 28 de marzo, y un atraso equivalente el 26 de septiembre. Esta modificación se realiza en todos los países de la Comunidad Económica Europea y en la mayoría de los restantes del viejo continente, en algunos casos con ligeras modificaciones. Malta cambiará la hora oficial el 29 de septiembre y la Unión Soviética el 1 de octubre. Por su parte, Gran Bretaña y la República de Irlanda no atrasarán las manecillas de sus relojes hasta el 24 de octubre. Sólo tres países europeos, Albania, Yugoslavia e Islandia, no han establecido todavía modificaciones en su horario legal.

Aprovechamiento de la luz solar

La modificación del horario legal permite aprovechar más ampliamente durante el verano la luz solar, al retrasar una hora el momento en que se recurre a la energía eléctrica para el alumbrado de hogares, oficinas, vías públicas y otras instalaciones.El ahorro conseguido mediante este sencillo recurso es considerable. Se calcula que en países industrializados, como Francia, el cambio del horario legal para adecuarlo al horario solar permite amortizar una cantidad de energía equivalente al consumo total de los automóviles del país durante una semana. En España, según fuentes oficiales, el ahorro se sitúa entre el 1% y el 2% del consumo total de energía para alumbrado, tanto doméstico como público o industrial.