Efectos de la descentralización

A lo largo de un caluroso mes de agosto la Diputación Provincial de Madrid, a través de su jefe de dinamización cultural, José Antonio Muñoz, llenó la provincia con las eliminatorias que habían de concluir en la final del II Concurso de Rock de Madrid Región. La idea parte de la necesaria descentralización de la actividad cultural en una provincia donde el peso de la capital supone un riesgo inmenso de sucursalismo cultural por parte de los pueblos de la periferia. Este pensamiento, extensible en principio a todos y cada uno de los pueblos de España, se liga específicamente con la situación del rock en nuestro país.Durante muchos años la música joven ha estado centrada en tres polos de actividad cuales eran Madrid, Barcelona y Sevilla. La desaparición práctica de estas dos últimas ciudades como generadoras de música a nivel nacional condujo a que el pop-rock, en sus diferentes modalidades, quedara reducido a Madrid, en una centralización ni buscada ni deseada por los habitantes de la capital.

La aparición de nuevos grupos en diferentes provincias españolas, propiciados unas veces por concursos y otras por esfuerzos individuales con o sin apoyo oficial, va produciendo un cambio dramático en esta situación. El hecho de que en los dos concursos de Madrid se hayan presentado más grupos (unos quinientos) que en los de todo el resto del país no debe producir mayor sorpresa ni susceptibilidades.