Los astilleros Bazán negocian con Australia la construcción de un portaeronaves

Los astilleros militares italianos se disputan con la Empresa Nacional Bazán el posible encargo de un portaeronaves para la Marina de guerra de Australia, una vez que este país no realizó la compra del Invincible británico, después del contencioso de las Malvinas. Mañana, domingo, llega a Madrid una comisión militar y comercial australiana, que mantendrá conversaciones con representantes de Bazán para visitar el lunes y martes el portaeronaves Príncipe de Asturias en los astilleros de esta empresa en El Ferrol. El contrato, de firmarse, ascendería a quinientos millones de dólares. El martes, los australianos viajarán a Roma para visitar en su base el portaeronaves Garibaldi, otra de las posibilidades de la Marina australiana.Las conversaciones entre Bazán y Australia se remontan ya a cuatro años atrás, cuando la Marina de guerra de aquel país decidió adquirir un portaeronaves adaptado a sus necesidades. Tras el estudio de las ofertas, los australianos optaron por tres posibilidades que les brindaban Estados Unidos" Italia y la Bazán española. De los tres modelos, los que más se adaptan a las capacidades operativas de la Armada de aquel país es el Príncipe de Astuias. Este buque español, botado el pasado mes de mayo, y que no será operativo hasta 1986, tiene como mayor atractivo el hecho de ser un barco de pequeño porte, dentro de la gama de portaeronaves, pero con gran capacidad operativa.

La Armada australiana, según expertos navales, pese a ser el país antípoda de España, es, curiosamente, muy similar a la española, hasta el punto de que las fragatas que utiliza son las mismas FFG que España.

Los australianos se mostraron en su día partidarios del modelo español, pero, ante los argumentos esgrimidos por los británicos para la venta de su Invincible, las posibilidades españolas bajaron, al igual las italianas. Los británicos ofertaron el año pasado el Invincible a Australia con una rebaja del 30% del precio del coste de construcción, lo que suponía un desembolso de algo más de cien millones de libras. Esta oferta, según técnicos de Bazán, era la más ventajosa de todo el mercado internacional. La guerra de las Malvinas acrecentó las necesidades de la Armada británica, por lo que los australianos tienen que reiniciar el estudio de las ofertas.