Gran expectación en el inicio de la 68ª Conferencia de la OIT

Desde el año 1979, cuando el invitado de honor a la conferencia de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) de ese año fue el rey don Juan Carlos, no se había vuelto a suscitar tan alto interés entre las delegaciones como el registrado al inaugurar ayer esta 68ª conferencia el presidente francés Franlois Mitterrand. Alfonso Grados Bertorini, ministro del Trabajo de Perú, fue elegido elegido en la mañana de ayer presidente de la conferencia, a la que asisten alrededor de 2.000 delegados gubernamentales, de trabajadores y empleadores de los 147 Estados miembros.

El ministro, en una actitud bastante más moderada de lo esperado -sólo en un párrafo de su intervención de investidura aludió al problema que vive Polonia-, recordó que Lech Valesa presidente de los sindicatos de Solidaridad ocupaba el año pasado uno de los asientos de la asamblea de la conferencia, como delegado de los obreros de su patria". Pero, agregó que e¡ hecho de que "ello no ocurra ahora, no es desgraciadamente un hecho aislado", porque son muchas las regiones y países del mundo donde se atropellan las libertades sindicales.Polonia ha enviado a la conferencia una delegación monolítica gubernamental. Al parecer, las resoluciones que serán presentadas en el transcurso de la conferencia sobre el problema de la líbertad sindical no citarán expresamente a Polonia. El Gobierno de Varsovia había amenazado hace quince días con el abandono de la conferencia si era "objeto de ataques".

Por su parte, Mitterrand, en un discurso de corte claramente humanista, en que situó a los trabajadores en un primer plano, obvió el problema polaco tal como se preveía en los medios diplomáticos.

Quizás esta actitud, piensan los observadores, pueda servir para "pacificar" los ánimos y evitar que esta conferencia se transforme en un enfrentamiento sin salida entre los países del área socialista y los occidentales, como se ha creído hasta ahora y se continúa creyendo en algunos círculos, a partir del hecho de que dirigentes del sindicato Solidaridad en el exilio, intentarán activar la denuncia de lo que ocurre en Polonia con Walesa y algo más dé mil trabajadores y dirigentes sindicales todavía en prisión.

Tercera revolución industrial

Mitterrand, en su discurso, habló de una tercera revolución industrial, con las ventajas y peligros que ello implica para el mundo del trabajo y para el mundo en general. Hizo gran hincapié en los "esfuerzos valerosos" de los trabajadores para organizarse, que "muchas veces topan con la represión". Se trata, dijo, de un empobrecimiento del patrimonio humano, de una mutilación de nuestras posibilidades comunes de progreso. Algunos piensan y dicen, agregó, que "hay que dejar jugar a las fuerzas del mercado y el crecimiento y que el pleno empleo volverá. Se puede adoptar esa opción, yo no soy de esos, pero que no olviden que el derecho al trabajo es inalienable y sagrado".La delegación tripartita española había llegado ayer a Ginebra. Nominalmente está presidida por el ministro del Trabajo y Seguridad Social, Santiago Rodríguez Miranda, quien deberá intervenir ante la conferencia el 14 de junio. En representación suya, hasta esa fecha, se encuentra el embajador de España ante la OIT, José Electo García Tejedor. La representación sindical está presidida este año por CC OO e integrada además por UGT y ELA-STV. Serafín Aliaga, dirigente de CC OO, asume la presidencia de la representación de los trabajadores que nominalmente recae en Marcelino Camacho, y por los empleadores, Vicente Castellano.