Las bases socialistas son partidarias de la unidad de la izquierda, según Carrillo

"En Andalucía, los comunistas podemos recoger una parte de los votos que tradicionalmente van a parar al PSOE, porque allí las bases socialistas son partidarias de la unidad de la izquierda y esa unidad sólo se puede conseguir votando al PCE, como se ha demostrado en Asturias", señaló el secretario general del Partido Comunista de España, Santiago Carrillo, durante un almuerzo mantenido con informadores.Santiago Carrillo, que admitió que la dirección central comunista había remitido a la ejecutiva regional de Andalucía cincuenta millones de pesetas para contribuir a la subvención de la campaña electoral, dijo que bajo el lema central de la misma (juntos podemos), sobre un fondo de masas en las vallas y carteles publicitarios, subyace el eje central de la campaña comunista: la alianza con el PSOE, la unidad de la izquierda.

Posible rebelión de las bases

Desde esta perspectiva, criticó duramente la actitud de los socialistas: "Eso de negarse sistemáticamente a cooperar con nosotros en los gobiernos autonómicos, cuando lo hacen en los ayuntamientos y en las diputaciones, se lo explican a sus electores en los mítines y no lo entiende nadie"."En Andalucía", pronosticó, "el PSOE se puede encontrar con una segunda rebelión de sus bases a la hora de formar gobierno en la Junta". La primera rebelión, según Carrillo, ha sido la de Asturias, donde, como se recordará, los comunistas han obtenido la cartera de transportes en el autogobierno tras un largo forcejeo.

Cree el secretario general comunista que la experiencia de Asturias les va a beneficiar en Andalucía "porque demuestra que el voto comunista es el voto útil para la unidad de la izquierda" y negó que esta alianza pueda ser rentabilizada por la derecha: "Por impaciencia", dijo, "por un deseo de llegar a la Moncloa a toda costa, el PSOE nos puede llevar a un bipartidismo como el de la Segunda República, y ello no va a beneficiar a la democracia".

Carrillo sólo encuentra explicable esa actitud sobre la base de la obsesión del PSOE por conquistar el voto de los moderados, hasta el punto de que su programa económico coincide con el de UCD".

Unidad en los niveles local, autonómico y sindical

No obstante, el secretario general del Partido Comunista distinguió con claridad los dos niveles en que sitúa su política de unidad de la izquierda: No están dispuestos a renunciar a esta unidad ni en los municipios y diputaciones, ni en los gobiernos autónomos, ni en el campo sindical. En un segundo nivel, el nacional, se conformarían con apoyar un "gobierno de progreso", es decir, un ejecutivo que contara con los socialistas, pero en el que ellos no participarían en el reparto de carteras ministeriales.Finalmente, Santiago Carrillo enumeró las tres posibilidades de recomposición del mapa político español que, en su opinión, pueden materializarse después del 23 de mayo, fecha de las elecciones andaluzas, siempre y cuando no se anticipen las elecciones generales: Un gobierno de coalición UCD-PSOE, que incluiría el retorno, para el control del partido centrista, del expresidente Adolfo Suárez; un gobierno que él llamó burgués, integrado por la Unión de Centro Democrático y los partidos nacionalistas vasco y catalán, cuyo conservadurismos ha quedado demostrado suficientemente, y, por último, un gobierno de concentración, del que, dijo, "aunque es el que yo más deseo, reconozco que es el que tiene menos posibilidades".