La guerrilla acusa a la Junta salvadoreña de las muertes

La clandestina Radio Venceremos, órgano del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), aseguró ayer que los periodistas asesinados el miércoles en El Salvador fueron previamente retenidos por una patrulla militar. Según esta versión, los cuatro informadores holandeses fueron bajados del vehículo en el que viajaban con la patrulla y, trasladados a otro ocupado por civiles.El coche ocupado por civiles fue dirigido a la zona rural de Santa Rita, en el departamento de Chalatenango, a setenta kilómetros al noroeste de San Salvador. La emisora guerrillera especificó que con posterioridad se escucharon ráfagas que acabaron con la vida de los reporteros.

Representantes en los Países Bajos del frente guerrillero y miembros del Partido Socialista holandés acusaron ayer públicamente a la Junta salvadoreña de haber "liquidado" a los periodistas. Germán Avalos, portavoz en La Haya del frente de resistencia político-militar, ha declarado que hay testimonios de personas que vieron a los informadores en vehículos militares.

Maarten van Traa, secretario general del PS holandés, declaró en un mitin en Amsterdam que, según informaciones recibidas del Departamento de Estado norteamericano, "no se excluye la posibilidad de una muerte deliberada".

Avalos, por su parte, añadió que los cadáveres tenían restos de balas disparadas por fusiles M-16 y G-3, empleados por las tropas.

El Ejército salvadoreño ha difundido un comunicado en el que se "lamenta profundamente" la muerte del equipo de televisión. El comunicado advierte a los periodistas para que no se "expongan imprudentemente" yendo a lugares que "pueden ser peligrosos debido a las actividades subversivas que el comunismo internacional desarrolla en El Salvador".

La versión de las FF AA establece que la muerte de los periodistas se produjo el miércoles 17 de marzo, a las seis de la tarde (hora local), cuando una columna de "elementos subversivos" una patrulla militar se enfrentaron durante cuarenta minutos. "Cuando los insurgentes huyeron se recuperaron ocho cadáveres, cuatro de los cuales fueron identificados como los de los informadores.