Un espacio natural acotado en tiempos de Felipe II

Dicen los que han logrado entrar en el recinto del monte de El Pardo que hay una colina desde la que se ve un nido de águila imperial, con la Torre de Madrid al fondo. El espectáculo de ver entrar al nido a la reina de las aves con un trasfondo de rascacielos define por completo las características de este espacio natural.Uno de los motivos que, al parecer, fueron decisivos para que Madrid fuera nombrada capital de España fue la existencia del monte de El Pardo. Este espacio, famoso por su gran riqueza en fauna salvaje, se convirtió en el año 1571 en el parque de caza y ocio de la corte, quedando amojonado, por real célula de Felipe II, con unos límites que comprendían casi exactamente la cuenca alta del Manzanares, el territorio que se pretende proteger.

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Presentada la proposición de ley para la Protección del Monte de El Pardo

Esta circunstancia fue la que permitió a este espacio mantenerse prácticamente intacto hasta nuestros días. El monte de El Pardo está poblado actualmente por una comunidad de vertebrados que comprende no menos de 246 especies distintas.

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