Los comunistas italianos vuelven al compromiso histórico

Alessandro Natta, hombre de confianza del secretario del Partido Comunista Italiano, Enrico Berlinguer, declaró ayer en un discurso ante el Comité Central del partido que «para llevar a cabo una política renovadora en Italia es fundamental el acuerdo entre comunistas y socialistas», pero después añadió que «no se puede reducir la alternativa democrática a la alternativa de izquierdas ni a la agrupación de los partidos que están a la izquierda de la Democracia Cristiana».Según Natta, no se puede prescindir de las fuerzas católicas si se quiere renovar el país, y por eso «es necesario impulsar un proceso de renovación de la Democracia Cristiana».

¿Vuelve entonces el PCI a la línea del compromiso histórico? Después de lo ocurrido en Francia se esperaba que los comunistas italianos se apresurasen para llegar lo más pronto posible a una unidad de la izquierda o, por lo menos, a proponer una alternativa a los democristianos. Ahora Natta excluye las dos hipótesis y vuelve a la vieja historia de la renovación de la Democracia Cristiana.

Se sospecha que el cambio advertido en este discurso de Natta, con duros ataques a los socialistas, se debe a la reciente declaración de su secretario, Bettino Craxi, según el cual «es impensable en Europa occidental una alternativa de izquierdas presidida por un comanista»