El Gobierno socialista francés no depurará la policía

El ministro francés del Interior y de la Descentralización, Gaston Defferre, definió el pasado fin de semana las tareas que le incumben a la policía: "defender a los ciudadanos y a la democracia". Afirmó también que "no habrá caza de brujas" en el cuerpo, pero que sí combatiría los grupos de extrema derecha.Días pasados, la Federación Autónoma de Sindicatos de Policía (FASP), que agrupa alrededor del 60% de las fuerzas del orden en Francia, solicitó del nuevo ministro del Interior una depuración seria de "la jerarquía", que, a su entender, había colaborado con los poderes sucesivos de la V República en favor de los intereses del Gobierno, y ello con detrimento para lo que es su misión esencial: servir el orden republicano.Defferre ha respondido de manera inequívoca: "Los sindicatos me han pedido cabezas. Yo no las cortaré. No habrá caza de brujas". Pero advirtió que, en el interior del cuerpo policial, serían combatidos los grupos de extrema derecha, neonazis y otros extremistas, que no tienen sitio en la policía".

De una manera general, Defferre defendió al cuerpo policial contra los sindicalistas, que pretenderían diezmarlo a causa de "sus servicios prestados al poder anterior".