Alexander Hair califica de "extremadamente grave" la situación en el Líbano

El secretario de Estado norteamericano, Alexander Haig, estimó anoche que «apenas si queda tiempo» para evitar un enfrenta miento armado en Líbano, después de que ayer misiles sirios Sam-6 derribaran un avión espía israelí no tripulado sobre el valle de Bekaa.

La situación en Líbano «es extremadamente grave y está plagada de elementos a cual más peligrosos», afirmó Haig en una breve declaración ante los periodistas, al tiempo que expresó su confianza en que las gestiones de Philip Habib, enviado especial del presidente Ronald Reagan, consigan evitar el estallido de la crisis.Habib regresó anoche, inesperadamente, a Israel, después de entrevistarse en Damasco con el presidente sirio, Hafez el Assad. Ello se interpreta en medios diplomáticos como un esfuerzo por evitar que el derribo del aparato tenga como desenlace una guerra abierta. Anteriormente, Habib había conversado en Beirut con el presidente libanés, Elías Sarkis.

El objeto de su viaje a Damasco, programado antes del abatimiento del aparato israelí en Líbano, era presentar un plan al presidente sirio que consistiría, al parecer, en la retirada de los misiles Sam-6, de fabricación soviética, de suelo libanés, a cambio de que Israel limitara sus vuelos sobre este país.

Este plan no parece contar con las bendiciones de Israel, a juzgar por las manifestaciones de altos funcionarios israelíes, que han desmentido la posibilidad de reducir sus vuelos sobre el Líbano.

La actual «crisis de los misiles», agravada por el incidente de ayer, tiene su origen en la instalación, por partre de los sirios, el pasado 29 de abril, de misiles Sam-6 en las colinas que circundan la ciudad libanesa de Zahle. Ello se produjo a raíz de que los israelíes derribaran dos helicópteres sirios el día anterior.