La nueva dirección de la política china

«Las cabezas de los hombres no son como puerros», dijo Mao Zedong en un memorable mensaje en 1956. «Cuando corta usted algunas de ellas no vuelven a crecer. Si usted corta una cabeza erróneamente, no hay forma de rectificar el error».Esta observación debían estudiarla seriamente los actuales líderes de Pekín, pese a que no les guste recordar la era de Mao y, en particular, el período de la revolución cultural. Pero Mao, pese a los excesos que permitió o estimuló durante su reinado, fue un político filósofo de un alto grado de sofisticación. Sus implacables aforismos se basaban en años de amargas experiencias.

Su viuda, Jiang Qin, está siendo juzgada en Pekín. ( ... )

Quien haya seguido de cerca durante los últimos treinta años los acontecimientos políticos de China habrá aprendido que los que dirigían el proceso político no podían asegurar la permanencia de ninguna ortodoxia política.

El fiscal de esta farsa-proceso de Pekín ha pedido la pena de muerte para Jiang Qin. Y si es ejecutada, ¿pasará mucho tiempo antes de que Hua Guofeng sea llevado a los tribunales? ¿Y si Mao, como mando de esa convicta contrarrevolucionaria, es desacreditado, ¿dónde se detendrá este proceso?

2 de enero