En Madrid faltan casi 9.000 camas hospitalarias para enfermos crónicos

En la provincia de Madrid faltan casi 9.000 camas para enfermos crónicos, según cifras difundidas por Cáritas de Madrid, organismo que mañana inaugura un centro con tal fin. La suma de camas de que disponen la Seguridad Social y la Diputación Provincial es de 1.090, y el número de enfermos crónicos en la provincia se calcula en 10.000. El número total de camas hospitalarias sería el de 25.263, según cifras facilitadas a EL PAIS en los distintos centros.

El modo como se compensa la carencia de plazas para crónicos es, en general, impropio: muchos enfermos cuyas dolencias no admiten tratamiento son ingresados como enfermos curables y, en determinadas épocas del año, convierten ciertas dependencias de los grandes centros médicos en subhospitales.Por hospitales, las camas para enfermos crónicos se reparten así: 360, en el de la Seguridad Social en Manoteras, de las cuales 180 están actualmente desocupadas; 400, en el hospital de Villa del Prado, que pertenece a la Diputación, de las que permanecen sin ocupar 260, y 90 camas, en el de Cottolengo; 140, en el de Jesús Nazareno, y 100, en el de Cáritas, todas ellas ocupadas. Esto significa que si todos los enfermos crónicos de la provincia de Madrid reclamasen internamiento hospitalario, casi 9.000 no dispondrían de plaza en ellos. Los medios de que dispone Cáritas, que va a inaugurar mañana una nueva institución dirigida a acoger enfermos crónicos, sólo está capacitada para resolver el problema en una proporción aproximada de un 1%.

La asistencia a los enfermos crónicos: un grave problema

Es un hecho aceptado que la mayoría de los enfermos crónicos de la provincia de Madrid están desasistidos o reciben un tratamiento inadecuado a sus necesidades. Fuentes médicas consultadas por EL PAIS confirmaron que el problema puede ser únicamente resuelto con facilidad por las familias con grandes recursos económicos. «El sistema habitual suele ser la contratación de enfermeras que prestan asistencia a domicilio. Hay que tener en cuenta que los enfermos crónicos no necesitan diagnósticos médicos, sino cuidados muy concretos, como pueden ser limpieza de úlceras o alimentación especial; cuidados, en fin, que no precisan tanto de un médico como de otros profesionales de la medicina». Sin embargo, la contratación de estos profesionales por horas resulta excesivamente cara y está, casi siempre, fuera del alcance de las familias. «Lo que sucede entonces es que estos enfermos son deficientemente auxiliados por los médicos de ambulatorio o, lo que es peor, mal cuidados directamente por las familias».En el supuesto de que los enfermos crónicos estén al cuidado de sus familias, sus casos se complican considerablemente. En muchas familias trabajan los dos cónyuges, de modo que el número de horas que ambos permaliecen en sus viviendas es muy corto. «Ello hace que muchos de estos enfermos hayan de estar casi totalmente descuidados y, muchas veces, completamente solos».