Garantía y protección oficial

Cuando ambos conceptos eran ofrecidos por la Administración, para sus emisiones o para cualquiera de sus programas sociales, se podía estar seguro que las promesas ofertadas serían inamovibles y se podía confiar plenamente en el Estado.Pero eso era antes; ahora no se cumplen, y a las pruebas me remito.

Con muchos sacrificios adquirí un piso, acogido a la protección oficial, por la cual se hallaba exento del 90% del pago de la contribución durante veinte años. El pasado año aboné el recibo de la contribución en dichas condiciones. Este año mi sorpresa ha sido enorme al abonar dicho recibo, ya que se había suprimido la protección oficial, rebajando la exención del 90% al 50%, y se presupone que esta última exención sólo durará tres años.

¿Con qué derecho se nos suprimen los beneficios concedidos? ¿Qué motivos da la Administración para faltar a la promesa ofrecida? ¿Puede, cuando le place, derogar una orden de protección oficial? ¿Qué podemos pensar de ella los que en ella hemos confiado?

Los que nos hallamos en esta situación elevamos nuestra más enérgica protesta por esta falta de formalidad en la Administración. ¿Servirá para algo?/