Un recluso de Carabanchel, sospechoso del atraco a Correos

Un recluso de la cárcel de Carabanchel, encartado en una causa distinta, y cuyo nombre no ha sido facilitado, es, según manifestó a EL PAIS un portavoz autorizado de la policía, una de las pistas más importantes de las que actualmente dispone aquélla para intentar esclarecer el llamado «robo del siglo», perpetrado el lunes 30 de abril de 1979 en el Palacio de Correos y Comunicaciones de Madrid, de donde tres personas disfrazadas de carteros se llevaron cien millones de pesetas procedentes de la caja fuerte de la sección de giros.En el curso de una investigación distinta, la policía llegó a la conclusión de que el recluso, que ya se hallaba en Carabanchel, podría estar implicado directamente en el atraco. Esta pista abre serias esperanzas de que el caso, que parecía archivado después de dieciocho meses, pueda ser resuelto en un plazo razonable de tiempo.

El mismo portavoz policial negó que hubiera más detenidos -como ayer publicaba un vespertino madrileño- y que el recluso aludido sea cartero, así como que hubiera invertido parte de lo robado en la adquisición de un piso de lujo. «El único dato contrastado que manejan los inspectores encargados del caso», manifestó el portavoz, «es la existencia del citado sospechoso. Y nada más. El resto son especulaciones sin fundamento».

El espectacular atraco lo llevaron a cabo, en la citada fecha del 30 de abril de 1979, cinco personas, tres de ellas disfrazadas de carteros. A las nueve de la mañana, mientras funcionarios carteros procedían a trasladar sacas con dinero (un total de cien millones) en el interior del Palacio de Correos, fueron sorprendidos por sus compañeros, los cuales les obligaron a entrar a un lavabo, donde les dejaron maniatados. Posteriormente abandonaron las dependencias con toda normalidad, llevándose las sacas con el dinero.