Huelga indefinida de catedráticos y agregados en cinco universidades

Los catedráticos y agregados de las universidades de León, Oviedo, Valladolid, Salamanca y Santiago han iniciado una huelga indefinida en petición de mejoras salariales y una mayor participación de las universidades en los presupuestos del Estado.

La huelga que había sido anunciada hace cuatro días por un portavoz de los catedráticos de León fue ratificada el jueves durante una reunión de los representantes universitarios de la zona norte, a la que, sin embargo, no asistieron los del País Vasco y Extremadura.Tras la reunión, fueron enviados telegramas al titular y altos cargos del Ministerio de Universidades e Investigación, dando cuenta de los motivos del paro y anunciado el boicoteo a los actos oficiales de inauguración del nuevo curso académico.

Descenso en las tiradas

Durante una conferencia de Prensa, los catedráticos justificaron su postura en la baja remuneración de la dedicación exclusiva, que afecta a un 75% del profesorado, con sueldos que en estos momentos se sitúan en torno a las 90.000 pesetas anuales.Paralelamente, señalaron que la dotación presupuestaria de las distintas universidades españolas está sufriendo desde hace diez años un continuo deterioro, advirtiéndose que en 1970 el Gobierno había destinado a la universidad un 2,5% de sus presupuestos frente a solo un 1,5% en el momento actual. Estos porcentajes son quince veces inferiores a la media de los países de la OCDE, que vienen dedicando a sus universidades un 3% de su producto nacional bruto frente al 0,2% de España.

La huelga de los catedráticos puede extenderse, según sus portavoces, a las universidades de Andalucía, Zaragoza y Murcia, así como a algunas facultades de Barcelona y Madrid.

En esta última ciudad tendrá lugar a mediodía del lunes una asamblea de representantes de todas las universidades para «clarificar» la postura de la coordinadora nacional, que días atrás había desconvocado la huelga en contra de lo acordado por la mayor parte de las asociaciones de catedráticos.

Estas pretenden provocar la dimisión de los principales responsables con el apoyo de las universidades de la periferia, que parecen las más afectadas por los problemas que plantea la baja remuneración de la dedicación exclusiva.

Luis González Seara, ministro de Universidades e Investigación, declaró ayer en Sevilla a la cadena Ser que, personalmente, considera improcedente un boicoteo del curso 1980-1981 «porque perjudica gravemente a los alumnos». «Los profesores,», añadió, «deben saber que estamos intentando encontrar un medio de resolver el tema económico planteado».

«Con los aumentos previstos en el presupuesto de 1981 no podemos subvenir a nuestras necesidades. Si no se resuelve esta situación, nos veremos obligados a reducir nuestras actividades e incluso a anularlas», dijo ayer José Luis Ramos, rector de la Politécnica de Madrid, durante la inauguración del curso. El presupuesto global para las universidades españolas durante 1981 será de 33.675 millones de pesetas.