El presidente comienza las gestiones para resolver la crisis

La comisión permanente del ejecutivo de Unión de Centro Democrático (UCD) se reunirá, muy probablemente, el próximo viernes por la tarde. La convocatoria a los dirigentes centristas, según se interpreta en medios del partido del Gobierno, puede suponer que el presidente se ve obligado a resolver los problemas del comienzo del curso político -alianzas, nuevo programa y remodelación del Gabinete- sin dilaciones, a la vista de que el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) se muestra firmemente dispuesto a aguardar la iniciativa gubernamental sin permitir retrasos.En medios del partido centrista se ha acogido sin sorpresa la posición del PSOE, a la espera de la iniciativa del Gobierno, ya que se considera que, además de ser lógica, deja a UCD las manos libres para negociar y hacer una oferta a las demás fuerzas parlamentarias. Asimismo, en estos medios se valora muy positivamente el pacto municipal logrado en Las Palmas entre centristas y socialistas, al mismo tiempo que se espera un desbloqueo del tema autonómico de Galicia. Todo ello puede suponer el comienzo del deshielo entre los dos grandes partidos.

El presidente Suárez ha iniciado las primeras consultas con sus hombres de mayor confianza. Ayer recibió al secretario general de UCD. Rafael Calvo Ortega, y al ministro de la Presidencia, Rafael Arias-Salgado, con quien ya había conversado el pasado lunes. Asimismo, se entrevistará con algunos miembros de la permanente centrista, por separado, antes de la reunión plenaria.

En la entrevista con Calvo Ortega pudo tratarse también de la fijación del calendario de reuniones de los demás órganos directivos del partido, como son el comité ejecutivo y el consejo político, que, según fuentes centristas, serán convocados antes de la resolución de la crisis, al igual que los grupos parlamentarios centristas del Congreso y del Senado.

Asimismo, se especula con la posibilidad de que el presidente entre en contacto próximamente con el líder de Convergencia Democrática de Cataluña, Jordi Pujol, todo ello en un contexto de aceleración de las gestiones políticas, para intentar que éstas puedan culminar antes de la apertura del Parlamento.

No obstante, el presidente deberá resolver antes importantes problemas, empezando por su propio partido. Los miembros de la permanente esperan que en la próxima reunión Suárez les adelante las líneas generales del nuevo programa que se comprometió a presentar, y en el que se ha estado trabajando durante el verano.

Al mismo tiempo deberá resolver las posibles reticencias entre los dirigentes centristas. En medios del partido se observa con creciente interés, en este sentido, el papel protagonista asumido en las últimas semanas por Pío Cabanillas, que acompañó asiduamente al presidente durante las vacaelones, y se estima que el político gallego puede jugar un papel fundamental en la próxima crisis, ya que además se asegura que coincide con Suárez en la tesis de que es preferible hacer una alianza estable con la Minoría Catalana para después negociar con el PSOE.