"Madrid para los niños", un plan municipal para acercar la ciudad a 20.000 escolares

Con el título «Madrid para los niños», la Delegación de Educación del Ayuntamiento de Madrid ha organizado un plan de divulgación de las características de la ciudad, de modo que unos 20.000 niños procedentes de distintos colegios puedan llegar a conocer sus peculiaridades y problemas. Su coste aproximado se estima en cuatro o cinco millones de pesetas. Alfredo Tejero, concejal de Educación del Ayuntamiento, justifica el plan con una primera afirmación: los niños madrileños, en su mayor parte, no conocen la ciudad en que viven. «Ello nos lo ha demostrado la fase experimental de este plan».

«De un numeroso grupo de chicos de doce y trece años de un colegio nacional de Hortaleza, con los que visitamos la ciudad, sólo dos habían estado anteriormente en la plaza Mayor y uno había pasado en coche por delante del palacio Real. Nosotros consideramos que desde varios puntos de vista: cultural, educativo, pedagógico, social e incluso lúdico, es imprescindible que esa ignorancia se subsane. En base a estos criterios hemos elaborado este plan».

Desarrollo en varias fases

El proyecto «Madrid para los niños» será ofrecido a los distintos colegios de Madrid, prioritariamente a los nacionales, que deciden si les interesa o no y qué unidades escolares deben beneficiarse de ellos, es decir, que no tiene ningún carácter de imposición. Será desarrollado en varias fases. Inicialmente los niños visitarán los barrios para comprobar esquemáticamente cómo se ha ido conformando la ciudad, desde las excavaciones prehistóricas del Manzanares hasta los barrios modernos, con visitas intermedias al Madrid de los Austrias, los Borbones y el Ensanche. Esta fase tiene un carácter iniciativo, de manera que los niños interesados en el tema puedan profundizar en él posteriormente, a partir de la base adquirida.La segunda fase del plan consiste en explicar y mostrar la complicada red de abastecimientos que necesita la ciudad para cubrir las necesidades alimentarías de su población, desde que los productos parten de sus lugares de origen hasta el sistema de evacuación de los desperdicios. Han sido previstas, por ello, visitas al Mercado Central de Verduras, al Matadero y posteriormente a un vertedero provisto de horno crematorio.

En la tercera fase se mostrará a los niños cómo se subvienen las necesidades de agua, gas, luz y de los otros elementos que la ciudad necesita para mantenerse activa, y cómo se desprende luego de sus residuos. Las explicaciones en cada caso serán impartidas por los propios trabajadores de las dependencias de una Galería de Servicios.

En una cuarta fase será dada a conocer la red de transportes de todo tipo y en la última se hace una aproximación al barrio, y en ella se estudia el modo como todos los servicios revierten en él.

En principio las edades de los niños a los que está dirigido el ciclo oscilan entre los once y los catorce años, en las que los niños tienen ya una capacidad para asimilar lo que se les explica. Tendrá una duración de dos meses, con un período de quince días entre visita y visita.

Los desplazamientos serán efectuados por unidades completas, para ello serán fletados los autobuses necesarios por el ayuntamiento.

Educar y divertir

Alfredo Tejero explica que el proyecto está notablemente avanzado. «Hay que aclarar que este no es un proyecto que esté en el aire. Con anterioridad hicimos una experiencia con varios grupos de sexto, séptimo y octavo cursos de EGB de colegios nacionales para fijar las posibilidades materiales de realización. El resultado nos vino a demostrar que el proyecto es técnicamente posible y altamente educativo. Los niños se lo pasaron en grande, hicieron miles de preguntas, tomaron notas y hasta se espera que hagan su propio audiovisual sobre el Madrid que han visto. También los profesores y directores de los centros quedaron entusiasmados con la idea, e incluso algunos padres que acompañaron a sus hijos en las visitas nos han propuesto con cierta envidia algo similar para ellos». Encarna, una monitora que acompañó a los niños en las visitas, comenta que los trabajadores de los distintos servicios visitados cooperaron con el proyecto y respondieron a todas las preguntas de los niños. Esta buena disposición «viene a demostrar», dice, «que lo pedagógico no está reñido con el divertimiento y que el niño aprende mejor cuando las cosas se le explican en directo y de una manera amena». Como sintetiza el concejal de Educación del ayuntamiento, lo que se pretende «no es dar al niño una visión exhaustiva de la ciudad, sino iniciarle en el tema, despertar su curiosidad para que, posteriormente, él profundice en lo que haya captado su interés».