A pesar de todo, catedráticos

Como universitario y como español, estoy profundamente avergonzado por la bochornosa y lamentable decisión del Consejo de Rectores de vetar para catedráticos a Castells, Castilla del Pino, Sacristán, Sánchez Mazas y Vidal Beneyto, cuya labor docente e investigadora ha sido reconocida y valorada ampliamente en las un¡ve rsidades de mayor r enombre internacional.¿Qué podríamos esperar en esta decrépita y miserente universidad que sufrimos, si una de sus más altas instancias se preocupa celosamente por defender a ultranza, directa o indirectamente, la muy gloriosa institución de las oposiciones, auténtica patente de corso (que no de competencia y rigor en muchos casos), verdadera fuente de su «poderío y grandeza» y de impedir que los que no hayan óptado por este encarnizado procedimiento (por supuesto, el de las oposiciones) o no sean del agrado de «la cámara o reserva de las esencias y de la ortodoxia» puedan acceder al ,reino de «losescogidos» que, por supuesto, no es de este mundo?

Podremos esperar, y esperamos vivamente, que la mayoría de los rectores que han sido impuestos por procedimientos antidemocráticos, sin contar y al margen de la inmensa mayoría del profesorado, estudiantes y personal no .docente se vayan o sean desplazados por procedimientos democráticos, por el bien de la uníversidad, de la investigación y de la docencia y por el bien de este ultrajado país.

Vaya mi total apoyo y reconocimiento a Castells, Castilla del Pino, Sacristán, Sánchez Mazas, Tuñón de Lara y Vidal Beneyto. / profesor de Sociología de la Universidad de