Falsas amenazas de bomba en hoteles de San Sebastián

En medios periodísticos vascos se supo ayer que durante la jornada del martes se recibieron en dos hoteles de San Sebastián falsas amenazas de bombas que provocaron, al menos en el caso de uno de los dos establecimientos, el desalojo de clientes y personal. Aunque se desconoce la identidad de los anónimos comunicantes se cree pudieran estar relacionados con el Batallón Vasco Español, que anunciaba pocas horas después, por medio de un comunicado remitido a varios medios, el indicio de una campaña de bombas en las zonas turísticas de Guipúzcoa y Vizcaya, como respuesta a la ya iniciada por ETApm.

También en la tarde del martes se recibía en la redacción de Radio Popular de San Sebastián un comunicado telefónico autodenominado Grupo Patriota y Defensor de la Unidad de España, en el que se anunciaba que «como exploten las bombas en Alicante, cortaremos las cabeceras de la zona a los automóviles con matrícula vasca e iremos luego a "caza del vasco" y podrían pagar justos por pecadores».

Fuentes cercanas al Gobierno vasco indicaron ayer a EL PAIS que en las provincias vascas y, fundamentalmente, en San Sebastián se están produciendo en los últimos días anulaciones de reservas de hoteles, de excursiones y viajes organizados a la costa mediterránea y más concretamente al Sur, por miedo a represalias por la campaña de bombas de ETApm.

También en Murcia

En el litoral muricano continúan las falsas alrmas de bomba, según informa nuestro corresponsal Manuel Muñoz. La más espectacular fue la registrada ayer en el hotel Galua de la manga del Mar Menor. Sobre las diez de la mañana, úna voz masculína informó telefónicamente de que iba a estallar una bomba en el hotel, que tiene unas 320 plazas, de las que estaban ocupadas aproximadamente la mitad.El Galua fue desalojado por las fuerzas de seguridad y sus ocupantes trasladados al hotel Doblemar, también de la Manga, que cuenta con unas mil plazas y se encontraba ocupado en un tercio aproximadamente. De allí volvieron al hotel Galua sobre las cinco de la tarde, una vez que se comprobó que no había ningún artefacto explosivo.