Grave crisis en el Ayuntamiento de Rianjo

Discrepancias personales y otras de índole política desencadenaron una grave crisis municipal en el ayuntamiento gallego donde los socialistas guardan relación más favorable desde las últimas elecciones, ya que poseen diez de los diecisiete concejales que cuenta la corporación de Rianjo (La Coruña).

A consecuencia de los enfrentamientos que se registraron entre dos grupos distintos de los concejales del PSOE, buena parte de los vecinos -marineros, en su mayor parte, y pequeños comerciantes- están viviendo un clima singular de apasionamiento que ha hecho circular multitud de runores que EL PAÍS no ha podido confirmar en ningún caso. Se han producido también algunos conatos de manifestación a favor del alcalde, José Bravo, del PSOE, que cuenta con las simpatías de una buena parte de los habitantes de la villa, aunque no tanto con la de los vecinos de las parroquias rurales.

El hasta ahora concejal, portavoz municipal y secretario local PSOE, César González, acaba de dimitir de todos sus cargos y de pedir la baja en el partido, después de las continuas divergencias que mantuvo con el alcalde, el cual llegó incluso a prohibirle la entrada en el ayuntamiento antes de dimitir y a negarle el acceso a consultar las actas de la corporación. Se dan como casi seguras otras tres o cuatro dimisiones próximas entre miembros de la corporación socialista.

El presidente del PSOE gallego, Francisco González, se trasladó ayer a Rianjo con otros miembros de la ejecutiva regional socialista para estudiar la situación antes de tomar medidas que se esperan inmediatas y rotundas. «Es cierto que existen problemas graves declaró a EL PAÍS, «y que habrá que buscar soluciones».

Según la opinión de algunos vecinos consultados por EL PAÍS, el hecho real es que se está produciendo una degradación en la administración municipal de Rianjo, que no había existido siquiera en etapas anteriores.