Washington parece descartar, por ahora, represalias militares contra Teherán

Las próximas medidas de presión que Estados Unidos proyecta tomar contra Irán no serán necesariamente de índole militar, declaré en la madrugada del sábado el portavoz de la Casa Blanca, Jody Powell. Powell dio claramente a entender que Estados Unidos no tenía la intención de autolimitarse, y por eso no descartaba una nueva posibilidad de discusión directa con las autoridades iraníes, aunque, señaló, Washington mantiene una actitud «muy escéptica».El lunes pasado, el presidente Carter decidió, entre otras sanciones, romper las relaciones diplomáticas de EEUU con Irán, y advirtió que tomaría otras medidas si éstas no conseguían forzar una rápida liberación de los rehenes norteamericanos secuestrados desde el 4 de noviembre último en la embajada estadounidense en Teherán.

«El presidente sabe cuál será el próximo pasó de las presiones norteamericanas », declaró Powell. «No podemos afirmar», añadió, "que estas presiones sean necesariamente de índole militar".

Numerosas informaciones filtradas por fuentes oficiales desde hace una semana en Washington daban a entender que EEUU podría bloquear navalmente Irán o poner minas en los puertos iraníes.

Estás amenazas habían incitado a los estudiantes islámicos que secuestraron a los rehenes a anunciar que cualquier presión militar provocaría su ejecución.

Por último, Powell declaró: «Incluso si nadie nos ayuda, las medidas que nosotros proyectamos tendrán un gran impacto.» «Todavía», concluyó, «no hemos agotado nuestras posibilidades de sanciones políticas y económicas. El portavoz se negó a precisar que otro tipo de medidas, no militares, Washington proyectaba tomar contra Irán.