Llamada conciliatoria de Brejnev a Occidente

El jefe del Estado y del Partido Comunista soviético (PCUS), Leónidas Brejnev, lanzó el lunes un llamamiento a la concordia internacional al afirmar, en uña cena ofrecida al presidente camboyano, Heng Samrin, que la Unión Soviética «se esforzará siempre» para contener el rearme en la Europa del Este, así como fortalecer «los aspectos positivos» de la distensión.

A pesar de referirse a los intentos norteamericanos de dominar el mundo y propiciar la guerra fría, el líder soviético utilizó un tono moderado al afirmar que Moscú «proseguirá con interés la preservación de la distensión».

El discurso de Brejnev siguió a un importante editorial del órgano oficial del PCUS, Pravda, el pasado domingo, en el cual su firmante, Alexander Petrov, que merece todas las bendiciones oficiales, subraya que la URSS no tiene interés ni en amenazar los pozos de petróleo del golfo Pérsico ni buscar una salida al océano Indico. Pero lo más destacado del artículo es su mención explícita a que el petróleo de esta región del planeta «es de interés vital para los norteamericanos».

Petrov agrega que la URSS tampoco tiene interés en entorpecer la ruta naval de abastecimiento de crudos «a Europa, Estados Unidos y Japón».

El espíritu de la distensión está vivo, según Ponomariov

Asimismo, el pasado lunes, una de las personalidades más significativas de la política dura de la URSS, el secretario del Comité Central y miembro suplente del Politburó, Boris Ponomariov, declaró en Saratov, en una reunión electoral, que «el espíritu de la distensión está vivo». Ponomariov tiene desde hace meses un papel importante en todas las negociaciones con líderes extranjeros, comunistas o no, y recientemente se publicó su último libro, Lenin y el proceso revolucionario en el mundo, en el que ataca «la violencia sistemática del imperialismo contra la URSS», abocado al fracaso por la resistencia del mundo comunista. El tono conciliatorio empleado el pasado lunes por el delfín del ideólogo oficial del régimen, Mijail Suslov, puede dar a entender que la generalidad de los dirigentes soviéticos están de acuerdo en dar por finalizada la crisis entre las superpotencias.