Comenzó la negociación de letras en la Bolsa de Madrid

Ayer se iniciaron en la Bolsa de Madrid las subastas de letras de cambio.A ellas sólo podrán acudir entidades bancarias que hayan sido admitidas por la Junta Sindical del Colegio de Agentes madrileño.

Los efectos que sean ofertados habrán de ser librados por el banco y extendidos a su propia orden, contando con la aceptación de alguno de sus clientes y estando intervenidos por un agente mediador colegiado.

A cambio, la Junta se compromete a garantizar el pago en la fecha de vencimiento de todas las letras que hayan sido, negociadas en la Bolsa de Madrid y que hayan quedado depositadas en ella.

El punto más controvertido, en el contrato de adhesión al nuevo mercado, es la obligación que adquieren las entidades de canalizar todas las letras que reúnan estas características y que hayan sido libradas sobre la plaza de Madrid.

Por el momento, sólo hay cuatro entidades adheridas. Tres son bancos extranjeros, el Morgan, el Barclays y el Deutsche, y uno nacional, el Indubán, el banco industrial del grupo del Vizcaya. Estos han sido los que han iniciado sus operaciones en la mañana de ayer, poniendo en el mercado unos 150 efectos de 1.250,000 pesetas cada uno, librados a un año, y con un tipo de descuento del 13%.

En el primer corro, que se celebra a las 10.30 de la mañana, se contrataron sólo una veintena de efectos en las condiciones antes citadas, mientras que en la segunda vuelta, que se realiza a las 12.45, se pudo apreciar una mayor animación y se negociaron algo más de cuarenta letras.

Por el momento, las entidades que mayor interés han demostrado por las posibilidades que ofrecerá este nuevo mercado, han sido los bancos extranjeros. Al contar, por el momento, con una escasa implantación en los mercados financieros nacionales, la existencia de un mercado institucionalizado de efectos comerciales abarataría notablemente su gestión, permitiéndoles la negociación de sus letras con el consiguiente reciclaje de fondos, sin tener que montar costosos departamentos comerciales y de estudio de riesgos.

La banca nacional, hasta el momento, no se ha pronunciado oficialmente, y sólo se ha adherido el Indubán.

Este mercado parece contar con un importante defecto de nacimiento, y es la falta de canales de comercialización adecuados. Al no haberse recurrido a la colaboración de los Colegios de Corredores de Comercio, ni tan siquiera a la acción coordinada de las tres Bolsas -no hay que olvidar que es privativo del mercado madrileño-, dependerá de la organización bancaria para la canalización de los recursos de los inversores potenciales, quedando, en definitiva, a merced de las oscilaciones de la banda.

Con la experiencia del difunto mercado de Certificados de Depósito, hay quien apunta que el extremo de la comercialización de los efectos susceptibles de negocio debiera haber sido más cuidada.

En cualquier caso, el tiempo será quien se encargue de dar o quitar razones.