Concentración de fuerzas navales de EEUU ante la costa iraní

Después de que el presidente Jimmy Carter amenazara nuevamente ayer con recurrir a «otros remedios» en la crisis de Irán, el Pentágono está concentrando una importante fuerza naval en aguas cercanas al golfo Pérsico y sus estrategas han preparado una lista de posibles acciones militares a ordenar por el presidente.El portaaviones Kitty Hawk, armado con misiles y con 85 aviones de combate a bordo, zarpó el martes de Filipinas con destino al mar Arábigo. Un crucero y tres destructores le acompañan en este viaje de siete a diez días de duración.

Esta fuerza naval se unirá allí al portaaviones Midway, que lleva 75 aparatos a bordo, y a otros siete buques de guerra que han realizado unas maniobras en esas aguas y permanecen en las mismas. Una tercera fuerza naval, compuesta por un buque anfibio, un destructor y tina fragata, se encuentra dentro del golfo Pérsico desde hace varios días.

Las unidades navales que se concentran en la entrada del golfo Pérsico no llevan a bordo fuerzas de desembarco, y los marines más próximos están en la VI Flota, en aguas del Mediterráneo. La 82 división aerotransportada, que es una fuerza de élite especialmente entrenada para intervenir inmediatamente en lugares lejanos, continuaba en su base de Fort Bragg ( Carolina del Norte), señalaron portavoces oficiales.

Diez navíos de guerra británicos se encuentran en las proximidades del golfo Pérsico, así como una docena de barcos soviéticos. Una de las preocupaciones de los norteamericanos es un tratado entre Irán y la URSS, firmado en 1921, que permite la intervención soviética en Irán bajo determinadas circunstancias.

El ayatollah Jomeini anunció recientemente la cancelación de los artículos 5 y 6 de dicho tratado, en los que se incluye de forma ambigua el derecho soviético a la intervención. Sin embargo, no existen indicios de que Moscú haya aceptado tal cancelación, y la prensa soviética indicó hace unos meses que el tratado sigue en vigor.

Los medios informativos norteamericanos, que destacaron el cambio de postura de la Administración Carter y su indirecta alusión al empleo de la fuerza militar, especulaban ayer con las opciones que parecen más viables para Estados Unidos, en caso de que se decida una intervención armada contra Irán.

La destrucción de los campos petrolíferos es una de ellas, que si bien sería fácilmente realizable para los A-6 y A-7 que llevan los portaaviones cercanos a Irán, tiene el inconveniente de que causaría las protestas de países aliados.

En cuanto a una acción tipo Entebbe, varias circunstancias la hacen prácticamente imposible, Por ejemplo, la distancia entre el golfo Pérsico o la frontera turca y Teherán, más de un millar de kilómetros, que obligaría a repostar en vuelo a los helicópteros. Luego está la dificultad de aterrizar y abrirse paso en una ciudad hostil de cinco millones de habitantes. Y, por último, el combate en la propia embajada, que causaría innumerables víctimas y muy posiblemente la muerte de los 49 rehenes norteamericanos.