Médicos cordobeses denuncian el deterioro de la asistencia hospitalaria

Sesenta médicos del departamento de medicina interna de la ciudad sanitaria Reina Sofía, de Córdoba, han firmado un escrito de denuncia «ante los graves problemas que: diariamente plantea la asistencia médica del centro, especialmente en el área de urgencias». Una concentración de médicos lleva ocupando por tercer día consecutivo el hall de la ciudad sanitaria, sin que se interfirieran las asistencias hospitalarias, ya que en ella, según un portavoz, sólo participaron los francos de guardias.El centro hospitalario de la Seguridad Social cordobesa presta asistencia a 700.000 asegurados y en el escrito de denuncia se señala que; tanto la dotación de personal sanitario como de medios para atender de: «una manera mínimamente eficaz esta sobrecarga asistencial son claramente insuficientes». Los médicos ponen especial énfasis en dejar claro que no plantean ningún tipo de reivindicación económica o de beneficio profesional personal, sino simplemente denunciar una situación inquietante; como ejemplo exponen que por estar «el servicio de radiología al 50% de su capacidad de funcionamiento, por su mala calidad y averías frecuentes, es habitual que haya que operar a algún enfermo supliendo las necesarias exploraciones por intubaciones para detectar la presencia de hemorragias.

Esta situación, que al parecer afecta igualmente a otros servicios generales, como el de anatomía patológica, cuyo rendimiento se verá afectado negativamente a corto plazo por la finalización del contrato de los MIR de tercer año y por la anulación total del presupuesto del plan de necesidades de los años 1979 y 1980, que hace imposible la renovación del material clínico indispensable.

Todo ello, según un portavoz del departamento de medicina interna, trae consigo un deterioro de la calidad de la sanidad prestada, del que son síntomas evidentes el hecho que se viene dando de no poder internar a enfermos que le) necesitan por insuficiencia de camas, dotación de personal y medios, «deterioro que», dicen públicamente, «no estamos dispuestos a admitir, máxime cuando la administración parece querer responsabilizar a los trabajadores sanitarios de los problemas dimanados de su inoperancia».