Los comerciantes de la cuenca minera del Nalón, contra los economatos
La Asociación de Comerciantes e Industriales de la Cuenca del Valle del Nalón ha solicitado de la Coordinadora de Economatos el estricto cumplimiento de las disposiciones que regulan el funcionamiento de los economatos laborales, especialmente en el punto relativo a la exigencia de que las cuentas de estos establecimientos sean llevadas con independencia de las específicas de la actividad industrial de la empresa, al objeto de poder conseguir su publicidad.En el valle del Nalón, con una población de 100.000 habitantes, el comercio aporta 8.000 puestos de trabajo entre los autopatronos y empleados. Esta actividad padece, frente a los privilegiados economatos, una presión fiscal creciente, según la Asociación de Comerciantes e Industriales. Mientras los economatos están exentos, los comerciantes contribuyen a los ayuntamientos de San Martín del Rey Aurelio y Langreo con veinticinco millones de pesetas en concepto de licencia fiscal, impuesto de publicidad, escaparates y otras tasas fiscales. Estos ayuntamientos tienen prevista además la implantación del impuesto de radicación, del que también serán eximidos los economatos, que supondrá a los comerciantes el pago de otros veinticinco millones de pesetas.
Los beneficiarios de los economatos -asegura la Asociación de Comerciantes e Industriales de la Cuenca Minera del Nalón- no son los obreros en paro, ni los trabajadores, que únicamente cobran el salario mínimo interprofesional, ni los económicamente débiles.
«En contrapartida, disponen de esos beneficios, los trabajadores de empresas como Duro Felguera, Ensidesa, Hunosa, Bayer, Explosivos Riotinto y otras, cuyos empleados no son precisamente los peor retribuidos del conjunto social del valle, lo que supone una multiplicación del beneficio.» La Asociación de Comerciantes concluye que todos los ciudadanos contribuyen a pagar las pérdidas de los economatos.
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