Marruecos critica la "cumbre" eurocomunista de Madrid sobre el problema saharaui

La reunión comunista tripartita de Madrid sobre el Sahara, que se celebrará hoy, ha sido mal acogida en los medios políticos marroquíes, en donde se la considera una maniobra camuflada de la URSS para ampliar el apoyo internacional al Polisario y Argel.El diario oficialista Maroc-Soir afirmaba ayer en un editorial que este encuentro comunista de Madrid viene a demostrar «quién mueve los hilos de los partidos comunistas», y la intención de éstos de contribuir «a las maniobras y objetivos argelinos y a la desestabilización en la región».

Si la postura del PCE es explicada como un intento de dicho partido de competir en protagonismo político con el PSOE, el citado diario marroquí añadía que los partidos comunistas de Francia e Italia se encuentran demasiado lejos en sus preocupaciones del tema del Sahara, razón de más, según Maroc-Soir, para preguntarse el porqué de su presencia en Madrid.

La actitud de la URSS en el conflicto del Sahara ha preocupado en estos últimos meses a los políticos marroquíes, divididos al apreciar la verdadera posición de Moscú con respecto al Frente Polisario.

Los comunistas marroquíes criticaban ayer ciertas informaciones aparecidas en la prensa del partido del Istiqlal, y según las cuales la URSS puso a la disposición del Polisario aviones Mig-23 y diverso armamento sofisticado.

El diario comunista marroquí Al Bayane consideraba ayer que esas afirmaciones no son más que una burda maniobra de Egipto, que quiere forzar a Marruecos a una estrecha cooperación militar, Al Bayane afirmaba que al publicarlas los diarios del Istiqlal se hacían eco de quienes quieren perjudicar las excelentes relaciones de Marruecos con la Unión Soviética.

Más aún: Al Bayane añadía rotundamente que Moscú «no reconoce ni al Polisario ni a la RASD, ni tiene, con ellos ningún contacto o relación». Esta fe, sin embargo, no es compartida por los socialistas marroquíes, que han enviado sendas delegaciones a Moscú y Madrid para informarse del alcance concreto de las iniciativas comunistas.

Para los observadores políticos, el Kremlin ha querido preservar hasta ahora, con una actitud extremadamente prudente con respecto al Sahara.