El ministro del Exterior chíleno inicia visita oficial a España

«Chile no pretende servir de tubo de ensayo ni de modelo para nadie, pero reclama el derecho a seguir su propio camino», declaró a EL PAÍS el ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Hernán Cubillos, momentos antes de partir para España. Durante su estancia en Madrid, el ministro chileno será recibido en audiencia por el presidente Suárez y celebrará conversaciones con los ministros de Asuntos Exteriores, de Comercio y de Trabajo.

En una entrevista concedida a este corresponsal, Cubillos añadió que la nueva Constitución chilena, que está siendo preparada por una «comisión constituyente», y no por una «Asamblea constituyente», será sometida a plebiscito popular el próximo año.Cubillos inicia hoy una gira oficial por tres países europeos -España, Francia y la República Federal de Alemania-, visita que ha estado precedida de una estancia privada en el Reino Unido, donde el ministro chileno se en trevistó ayer con el secretario del Foreign Office, lord Carrington, con quien abordó la posible normalización de las relaciones entre los dos países.

El posible envío de embajadores ha sido criticado por amplios sectores del Partido Laborista británico, por considerar que constituiría «una decepción para los que luchan por el restablecimiento de la democracia en Chile».

Con relación a su viaje a España, Cubillos manifestó que «lo que nos interesa a todos en Iberoamérica», declaró, «es observar si España se va a comportar en el futuro pomo un socio más de la Comunidad Económica Europea o si, por el contrario, va a pretender actuar como puente de unión entre nuestros países y el Mercado Común».

En el tema de las relaciones comerciales hispano-chilenas, Cubillos puso de manifiesto que los sectores empresariales españoles son «menos agresivos» en su política hacia algunos países atinoamericanos por temor a reacciones políticas interiores. Citó a este respecto los cada vez más intensos, intercambios comerciales entre Chile y otros países europeos, como Francia y Alemania, que están ocupando en el comercio el papel que debería ocupar España, «porque adoptan una política menos rígida desde el plano ideológico».

Al discutir el tema de la aceptación internacional de Chile, Cubillos manifestó que, salvo los países que se encuentran en la zona de influencia soviética, su país no tiene problemas especiales en sus relaciones internacionales. A este respecto, el canciller chileno subrayó una característica muy peculiar de la política exterior del Gobierno de Santiago: la apertura de Chile hacia el Pacífico, que se caracteriza por «unas relaciones cordiales y perfectas con China y Japón».

Con relación al futuro político de Chile, Cubillos manifestó que su país sigue «un camino firme» hacia ló que denominó como «la nueva institucionalidad chilena».

«Chile tiene el compromiso de volver al sistema democrático, pero con matices. Nuestro país es uno de los más avanzados políticamente del continente. En la nueva Constitución, la democracia está, al mismo tiempo, más protegida y más tecnificada. Por ejemplo, no será posible que con el nuevo texto constitucional florezca en la nueva democracia chilena el germen que destruyó a la antigua, ya que contemplará la exclusión en el juego político de los sistemas totalitarios que atenten contra ella.

Dato importante sobre el rumbo que tomará la nueva Carta Constitucional chilena lo constituye el hecho de que "la presencia militar en los asuntos de seguridad nacional estará garantizada».

Cubillos evadió una respuesta directa sobre el alcance de lo que el término «seguridad nacional» puede abarcar.