Firmeza de las centrales ante los despidos de las gasolineras

A las cinco y media de la tarde de ayer, pocos minutos después de reanudarse, quedaron interrumpidas de nuevo las negociaciones del convenio estatal de estaciones de servicio, al no aceptar las centrales sindicales la solución propuesta por los empresarios en relación a la readmisión de los cuatro despedidos.

La patronal ofreció una alternativa a la demanda de los trabajadores: estaría dispuesta a rebajar la sanción de despido a tres de ellos, sustituyéndola por tres meses de suspensión de empleo y sueldo, y al cuarto le correspondería una solución económica de indemnización, según lo estipulado en la legislación vigente. Las centrales sindicales no aceptaron la propuesta y la reunión quedó suspendida, una vez más:en punto muerto. Esta tarde, a las cinco, están citadas de nuevo las dos partes.Miembros de la comisión negociadora anunciaron en la noche del pasado miércoles que estarían dispuestos a convocar una nueva huelga si los empresarios persistían en su actitud. En este sentido, CCOO matizó ayer que nadie la ha convocado aún y que, en caso de hacerlo, se haría unitariamente con todas las demás centrales, incluida. UGT (que no apoyó la anterior huelga).

Mientras tanto, la Confederación Estatal de Estaciones de Servicio vuelve a la carga contra CAMPSA y la Administración, haciéndo responsables del conflicto, concretamente, a los señores García de Vinuesa y Centeno, subsecretario de Hacienda y consejero delegado de CAMPSA, respectivamente.

La patronal del ramo recuerda que, tras la última huelga, «con escasa incidencia por el sacrificio de los empresarios y la responsabilidad de los trabajadores, y no por el sistema de emergencia de CAMPSA», se ha vuelto al punto inicial de las negociaciones por ambas.

Las negociaciones del convenio de gasolineras se iniciaron el pasado 23 de julio, y quedaron interrumpidas al no aceptar las empresas las peticiones salariales de la parte social. CCOO, central mayoritaria en el sector, convocó una huelga para los días 13 al 16 de agosto, que fue desconvocada dos jornadas después, ante la promesa de los empresarios de que no habría sanciones y de que se reanudarían inmediatamente las negociaciones.