Seveso exige mayor indemnización por la nube tóxica de 1976

El diario helvético Tribune de Génève informó ayer que la comuna de Seveso (Italia) presentó una querella ante los tribunales suizos, mediante la cual se pide a la firma suiza Givaudan una fuerte indemnización por los daños de la catástrofe ecológica de 1976.En su demanda, las autoridades municipales de Seveso hacen referencia a un «deficiente sistema de seguridad» de la fábrica Icmesa, propiedad del grupo de Givaudan (filial Hoffmann-La Roche), donde se produjo una fuga de productos tóxicos.

Por otra parte, la comisión de parlamentarios italianos, que investigó los motivos de la catástrofe, estimó los daños en 243 millones de francos.

Los ejecutivos de Givaudan informaron a la prensa que ya habían entregado a la comuna de Seveso dieciséis millones de francos y que estaban dispuestos a «tomar en cuenta las peticiones justificadas».

En medios judiciales de este país se estima que el juicio puede tardar cerca de trece meses.

El 19 de julio de 1976, a mediodía, una nube tóxica envolvió las casas de Seveso. Pocas horas después, los primeros animales domésticos fallecían en extrañas circunstancias y en los niños de la comunidad aparecían eccemas en la piel. Era el comienzo de la denominada «catástrofe ecológica de Seveso», donde un escape de gas, la dioxina, amenazaba vidas y haciendas en una amplia extensión de terreno italiano.

Un año después del suceso, las condiciones de contaminación aún pervivían. Cerca de treinta fábricas de la región de Milán eran obligadas a cerrar por causas contaminantes, amén de los alarmantes informes médicos, que hablan de síntomas de leucemia en algunos habitantes de la región y las primeras estadísticas que se refieren a malformaciones físicas en la población afectada por el gas, del orden de 200 por mil, ya sea en el cloracné de los adultos como en las deficiencias en los recién nacidos.