Se suicida en Moscú la mujer de Shevshenko

Un cierto misterio envuelve la muerte de Leoniguina Shevshenko, que ha fallecido en su apartamiento de Moscú, después de ingerir una fuerte dosis de barbitúricos, según se supo ayer en Moscú. Leoniguina era la esposa del ex alto funcionario soviético en la ONU, de cuya organización llegó a ser subsecretario general, y que en los primeros días de abril anunció, en Nueva York, su propósito de no regresar a la Unión Soviética.

La noticia de su muerte, dada por fuentes oficiosas a las agencias occidentales, citaba el suicidio como causa del fallecimiento e indicaba que el cadáver había sido encontrado en un armario de su apartamiento. Posteriormente, un miembro de la familia, que no se identificó, negó que la señora Shevshenko hubiera tomado barbitúricos y aseguró que murió el pasado lunes en un hospital a causa de una crisis cardiaca. Más tarde, su hijo Guenady, con voz tranquila y desprovista de toda emoción, declararía: «Sólo hay una cosa cierta: mi madre se ha suicidado, no puedo decir nada más.»

La señora Shevshenko, al conocer la decisión de su marido, había declarado, a mediados de abril, a los corresponsales occidentales: «Me he enterado por la prensa de su renuncia a regresar a Moscú. Creo que es una provocación. No tenía ningún problema con las autoridades soviéticas. Yo he vivido con él veintisiete años y le conozco bien. Debe de estar enfermo o tiene que ser un error.»

Por su parte, el secretario general de las Naciones Unidas, Kurt Waldheim, exteriorizó, a través de un portavoz su tristeza por la muerte de la esposa de Shevshenko, con la que le unía una estrecha amistad.