Ciento catorce mil seiscientas pesetas por instalar un teléfono

Esta es la cantidad que la Compañía Telefónica exige a seis vecinos del vecino pueblo de Castrillo Solarana para dotarles del servicio telefónico en sus respectivos domicilios, pese a que el servicio telefónicio se llalla instalado en el núcleo urbano desde hace más de doce años, sin que sus gestiones, súplicas y peticiones hayan hecho cambiar la postura de la compañía monopolizadora.Se da el caso paradójico de que los peticionarios en su día autorizaron el paso, ocupación de terrenos sobre las fincas de su propiedad sin exigir a la Compañía cantidad alguna por tal ocupación, lo que no ha tenido en cuenta la misma para facilitar el desmesurado presupuesto de la instalación telefónica que ahora solicitan, y que no han logrado, dándose así la circunstancia de que este servicio público dista mucho de ser tal por cuanto el mismo se halla sólo al alcance de potentados, dejando desamparada una zona rural que también puede dar ciertos ingresos, por cuanto en época veraniega se produce una sobrecarga en las líneas que hace más fácil el desplazarse a los núcleos urbanos que el intentar una conexión telefónica, con el consiguiente riesgo para los habitantes, de una enfermedad grave, incendio, robo o caso parecido.