Demencial y repudiable

Inadmisible e inaceptable la actitud protagonizada por un grupo de «incontrolados» burgaleses, que a la vuelta de los hinchas del equipo de fútbol bilbaíno y a su regreso de expectar el encuentro Betis-Bilbao, en Madrid, los autocares de los viajeros vascos fueron asaltados, deteriorándolos hasta el extremo que los desperfectos arrojan el saldo de diez millones de pesetas en pérdidas.Si bien es verdad que por parte de algunos sectores y personas tanto en la región vasca como catalana se ha producido durante muchos años una especie de animadversión y discriminación hacia los castellanos que hubieron de emigrar a dichas regiones movidos por encontrar un trabajo más digno y remunerativo, no es ahora el momento para venganzas ni pasiones antiguas. Porque la España constituyente que a todos nos toca por igual forjar, para contento de cada región o «país», como ahora se insiste en denominar, debe estar cimentada precisamente en el reconocimiento mutuo de esas peculiaridades y, sobre todo en la igualdad de oportunidades y, por tanto, el racismo del que hubieren hecho gala anteriormente personas o sectores, tal cosa debe estar ya superada.

Castilla tiene un prestigio en todas las epopeyas de la Península Ibérica, cimentada en la capacidad y honradez de sus hombres, aunque éstos actuasen más con la pasión que con el cerebro, y Castilla, en el caso a que hacemos referencia, no expresa ni pasión ni razón. Ha sido una acción demencial y repudiable. Desde cualquier punto de vista. Además de que así no comienza la unidad que tanto propugnó Castilla.