Esperanza en el País Vasco

El País Vasco, principal beneficiario de la ampliación de la amnistía decretada el pasado viernes por el Gobierno, ha acogido la medida entre la confusión y la esperanza, alimentada ésta por el convencimiento general de que, de acuerdo con lo pactado entre el Gobierno y la Oposición, antes del Aberri Eguna -día de la Patria Vasca- habrán salido en libertad todos los presos políticos.En este mismo sentido positivo cabe reseñar las garantías que un miembro del Gobierno dio la misma noche del viernes a un representante de la Comisión Gestora Pro Amnistía de Guipúzcoa, en el sentido de que efectivamente se pretende la amnistía total.

De momento, se confía en que unos ochenta presos vascos serán puestos inmediatamente en libertad, por aplicación directa de las normas acordadas por el Consejo de Ministros. Después se pasaría a la aplicación más detallada de las medidas de gracia, entre las que cabe contar los indultos particula.res que se esperan para los casos considerados como más delicados.

En esta aproximación entre las posturas del Gobierno y de los más directos beneficiarios de las medidas de gracia, no se descarta la aceptación del extrañamiento para dichos casos más delicados.

Otro elemento que avala la realidad de este ente ndimiento podría ser la consideración que hacía ETA, en el comunicado que difundió, tras la muerte en ltxaso de dos de sus militantes, de que este incidente podía suponer un paso atrás en un proceso iniciado que, según nuestras noticias, podría llevar incluso a la integración de la rama político -militar en la Coordinadora Abertzale Socialista (KAS), aunque en principio habría contado con una mayor oposición de los Milis, o rama militar de ETA.

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