El Barcelona o el rayo que no cesa

El rayo de los males no cesa de caer sobre el Barcelona. Por si hubiese sido poco la expulsión de Cruyff o la lesión de Migueli ahora se ha unido el supuesto codazo de Heredia. Tras la recuperación del deseado ariete argentino -su primer gol al Hércules fue un modelo de cómo marcar resistiendo la entrada fuerte de un defensa- lo más inesperado ha sido su expulsión. Tribunales supremos aparte, ello le va a suponer dos partidos de suspensión y un flaco favor a su club. Aunque el domingo por la noche dio sus correspondientes explicaciones sobre la colocación de los codos para ser factible el codazo, la verdad es que el linier consultado por el árbitro, señor Sánchez Arminio, discrepó totalmente de ellas.El hecho irreversible es que el Atlético de Madrid cuenta con otro punto más de margen sobre el cuadro azulgrana, aunque se haya reducido su ventaja en positivos Precisamente, el próximo domingo Viajan los roj1iblancos a Alicante y la comparación de resultados puede dar otro dato cara a un sprint final todavía poco claro. Mientras el Barcelona aún debe recibir en casa al Sevilla, Zaragoza, Celta, Es pañol y Betis, el Atlético, por este orden, al Betis, Las Palmas, Santander y Valencia, éste en la jornada. Los rivales fuera de casa serán Burgos, Valencia, Real Sociedad y Elche, para el Rarcelona y el citado Hércules, más Sevilla, Burgos, Zaragoza y Real Madrid, para el Atlético. Las barajas, pues si se cuentan, intereses de equipos implicados en el descenso o de adquirir una plaza para la Copa de la UEFA de la próxima terriporada, son variadas para los dos aspirantes al título.

El Atlético, indudablemente, tras su empate en Barcelona adquirió una moral importante y los cinco goles marcados a un Elche ultradefensivo, cuando el juego preferido de los rojiblaricos es el contragolpe, así lo demuestran, Punto y aparte merece el Madrid. Resulta que ante la selección sueca volvieron a arreciar las protestas sobre sujuego y en Valencia se descolgó con un partido brillante. Si hemos de hacer caso -felizmente, no- de las aseveraciones «made in Bernabéu», los periodistas también hemos debido tener la culpa. Corno el miércoles no remonte los tres goles qu e trae de ventaja el Hércules en la Copa, ya ni lo sabemos.

Lo que parecen olvidar tantas veces los hombres demasiado ciegos con el fútbol es que se trata de un Juego y que su trascendencia, por más que se le quiera buscar, no pasa a veces de la suerte o del error humano. En estos tiempos de recursos, pataleos y disgusto no estaría de más que el aficionado, cualesquiera que sean sus preferencias, se fijara en un jugador que llegó a España sin la aureola de Cruyff y sin embargo, poco a poco, simplemente con su fútbol tan particular, enseña lecciones de deportividad increíbles. Luis Pereira, el hombre que a estas horas está en vísperas de defender al equipo de su país, Brasil, frente a Colombia, en partido clasificatorio para el Mundial 78, da al balompié otra dimensión, casi ya desconocida entrétanto interés desmedido por ganar al precio que sea.,

El deporte, aunque domine el espectáculo, no debería salir de unos limites razonables. El problema es que ei país se pfeocupa más de una sanción poléinica y de discutir sobre aquel penalti o fuera de juego, que de practicar cualquier tipo de actividad física. ¿Cuánto se exige desproporcionadarriente a los corazones de los hinchas irritados en un campo cualquiera? Todo el mundo reconoce la necesidad de hacer deporte, porque el infarto acecha, pero quien más y quien Menos se escuda en la ialta de tiempo o de instalaciones.

La educación física ha dejado de ser obligatoria en la Universidad. Miles de academias imparten clases en pisos sin espacio -y con humos- para hacer una flexión. La educación física infantil es casi una entelequia. El país, mientras tanto, se preicupa, deportivamente de los careos y del Comité de Competición.