Conversaciones franco-británicas en París

Durante dos horas, una de ellas mano a mano, mantuvieron ayer una conversación, en París, el ministro francés de Asuntos Exteriores, Louis de Guiringaud, y su colega británico, David Owen. Es, el primer desplazamiento oficial realizado por el nuevo jefe de la diplomacia de Londres. El tema que ocupó más la atención de los dos ministros fue el avión supersónico Concorde, de fabricación franco-británica, y cuyo aterrizaje en el estado de Nueva York se decidirá dentro de tres semanas.Las conversaciones fueron «francas, como conviene a franceses e ingleses», dijo el señor Guiringaud. Sobre la cuestión del supersónico, y al finalizar la entrevista declaró: «Esperamos una decisión favorable de las autoridades de Nueva York.» David Owen fue más categórico, al adelantar: «Es necesario que la decisión sea positiva.» Los dos diplomáticos estudiaron también «las iniciativas que convendrá tomar para que el Concorde vuele sobre Estados Unidos».

Ambos ministros revisaron, además, el problema del Oriente Próximo, las cuestiones europeas, el porvenir del diálogo Norte-Sur (entre países industrializados y el Tercer Mundo) y las negociaciones relativas a la pesca en las aguas comunitarias.

Abordando la construcción europea, el señor Owen estimó que la Comunidad tiene más posibilidades de influencia, en el mundo en los dominios político y económico, pero no en el militar. El diplomático británico invita hoy a comer, posiblemente en la embajada de su país, a varios dirigentes políticos galos, de la mayoría y de la oposición.