En estudio el cierre nocturno de gasolineras

La Unión de Empresarios del Sindicato Nacional del Combustible ha presentado un proyecto que tiene por objeto el regular el cierre de determinadas estaciones de servicio durante las noches, de acuerdo con la importancia de cada carretera y el volumen del tráfico, según ha declarado a EL PAIS el presidente de dicha unión, Luis Alberto Salazar Simpson.

El señor Salazar ha puesto de relieve que es de esperar que en un lazo de tiempo corto, la Administración ofrezca una solución que modifique el precio de la gasolina de 85 octanos, que está creando serios problemas a las estaciones de servicio, por cuanto renovar los marcadores de cada surtidor resulta muy caro, a la vez que introduce piezas en los aparatos distintos de los homologados por el Ministerio de Industria y en muchas ocasiones da pie a crear problemas con los clientes que utilizan este tipo de gasolina. El disminuir en 0,25 pesetas el aumento de este tipo de gasolina, originando así problemas, es una medida considerada por el señor Salazar como demagógica, improvisada y poco acorde con la ley que prohíbe la circulación de monedas de cinco céntimos.En otro orden de cosas, y ante la posibilidad de un próximo establecimiento de alguna compañía petrolífera en nuestro país, el presidente de la Unión de Empresarios del ramo señaló que la unión es completamente opuesta a la entrada de estas sociedades multinacionales en la distribución y venta de carburantes, ya que el monopolio funciona perfectamente y el sector privado cumple correctamente con su función. En este sentido, y desde el punto de vista estratégico, siempre es interesante que un producto como la gasolina esté bajo el control oficial. El establecimiento de las multinacionales -dijo- no repercutirá en la mejor calidad del producto.

Con respecto a los principales problemas con que se enfrentan las estaciones de servicio en la actualidad, el señor Salazar señaló la necesidad de amptiar la vigencia de los planes nacionales de estaciones de servicio de cinco a diez años; la revisión de las comisiones efectuarla cada año, en lugar de cada dos, dado el incremento del coste de la vida y las continuas subidas del precio de la gasolina, y suprimir la reversión al Estado de las instalaciones al transcurrir 75 años de vida de las estaciones, y la caducidad de las licencias, según el régimen legal a que cada estación de servicio esté acogida, ya que, hoy por hoy, se producen deficiencias en la prestación del servicio al cliente que con la supresión de la reversión podrían subsanarse y, además, cuando llegue este momento -según señala el presidente de la Unión- el Estado se va a encontrar con un pleito en cada estación de servicio.