Gobierno y empresarios británicos dan por terminado su enfrentamiento

Las diferencias surgidas recientemente entre el Gobierno británico y la principal organización de empresarios del país, la CBI, han sido superadas ya.En un acuerdo sin precedentes, la Administración, los sindicatos y los propios empresarios han establecido una estrategia común para ayudar a la industria y fijar un índice de crecimiento del por 100, a conseguir en el cuatrienio que comenzó en 1975 y terminará en 1979. El acuerdo fue conseguido por los dos sectores de la industria y por el Gobierno en el seno del organismo que agrupa a las tres facclones, el Consejo Nacional de Desarrollo Económico (NEDC). Una de las partes del texto del «escenario» que se propone para la recuperación de la industria británica alude al controvertido tema de los aumentos salariales.

El Gobierno advierte que aunque terminara aceptando la negociación colectiva como método para establecer aumentos salariales, éstos tendrán que seguir fijados, cuando acabe el presente sistema restrictivo, sobre bases que no dañen a la parte empresariaI. Esta garantía ha convencido a la CBI para retirar de momento su amenaza de recomendar a sus miembros que no inviertan en la industria británica como protesta por la próxima subida de impuestos que los empresarios van a sufrir. El acuerdo indica también la necesidad de considerar que las empresas tienen perfecto derecho a conseguir beneficios. «Los beneficios no deben verse como elementos indeseables de la sociedad en la que vivimos», dijo un representante de los sindicatos, adoptando una postura conciliadora que en absoluto había sido frecuente en los Trade Unions con respecto a sus relaciones con la CBI.

Esta súbita simpatía alcanzada en el NEDC revela también una circunstancia política: la decisión de los sindicatos de apoyar al Gobierno laborista sea cual sea la línea seguida por el actual Gabinete con tal de mantenerlo en el poder.